No voy a extenderme demasiado en esta etapa porque era un mero trámite que cumplir.
El viaje pesado y largo… Poco que ver y además es un recorrido que he hecho ya muchas veces.
Lo positivo: que hemos llegado la Guzzi y yo enteros. 🙂
Al menos, la foto de rigor en una de las múltiples paradas
Y como no…. destacar la acogida de mi mamá en su casita en Barcelona, porque después de tal paliza, ni el mejor de los SPAS lo supera.
Una cena agradable con mi hermano y mi mamá, para acostarse a las diez y media porque teníamos que madrugar.