Aunque hace muchos años ya estuve en Salzburgo, no podía dejar la oportunidad de verla, así que me dispuse a dedicarle una visita.
La ruta fue toda por carreteras secundarias. Os la recomiendo si buscáis un día tranquilo entre valles. No son carreteras impresionantes pero si bellas porque vas bordeando lagos y ríos. Desde Gmunden, rodeé el lago hasta Bad Ischl y de ahí a Salzburgo. Ruta muy agradable y Alpina. Pasaréis por tres lagos de los que están entre montañas altísimas.
Al llegar a Salzburgo no tenía hotel porque no tenía claro si iba a pasar noche ahí o en otro lugar, así que como siempre hago: a buscar la oficina de turismo y pedir que me busquen hotel. Es mejor que ir parando y preguntando, si llegas a una hora prudencial claro, ellos te buscan lo mejor entre lo disponible. Y lo consiguieron a pesar de que era el festival de Salzburgo y era complicado encontrar algo. Me buscaron una pensión (Pensión Warner – Aiglhofstrasse) con parking, que la verdad… nada tiene que envidiar a un buen hotel. Habitación excelente, con desayuno y parking incluido. Al final tenía razón la mujer de la oficina de turismo.
De ahí, a ducharme y a patear Salzburgo. La subida al castillito fue brutal… Las fotos no hacen justicia de la cuesta, pero vale la pena llegar para ver las vistas tan impresionantes.
Es resto se puede ver en las fotos, pero como curiosidades os contaré que me zampé dos salchichas impresionantes. ¡Nada que ver con las de aquí! Probé un puesto que está cerca de donde se pone el mercadillo y hay un reloj de sol de agua. Luego ya buscaré la dirección.
Mañana toca destino tranquilo
El momento de la salida. La moto y yo…
Para esta foto subí una cuesta inmensa. Buscando un camino alternativo al funicular que subía al castillo, encontré el cansancio más extremo. Más de una pareja estuvo a punto de separarse y tuve que poner paz… jajajaja
Una de las cuestas que comentaba. Por la parte derecha se ha hecho una rampa con travesaños de madera porque las piedrecitas hasta resbalan.
Salzburgo es una ciudad con las miras en el arte moderno. Algo que no pasaba en Viena ni mucho menos.
El cementerio. Sin comentarios…
Madre, como mola….
Yo quedé alucinado con todo lo que vi. Al próximo ya sabes! Vale la pena…