Bueno bueno… cuando tenga un rato narraré bien la estancia en Montpelier. Esta es una ciudad ideal para acostarse a las mil tomando algo en plena calle. Es la segunda vez en todo el viaje en la que me he encontrado como en mi casa. La verdad es que me ha recordado muchísimo a Barcelona por el estilo de vida. ¡Lástima que Barcelona, cuando yo era joven, quitara los tranvías! Graso error… porque hasta ahora las ciudades más encantadoras que he visto tenían este tipo de transporte tan especial
Recomiendo Montpellier para visitar y andar el casco antiguo. Darse luego una buena ducha y cenar en la Plaza de la Comedie en una de las múltiples terrazas. Y para terminar, andar por alguno de los cientos de bares del casco antiguo y no coger el coche para nada.
El Hotel Kyriard ideal. Muy cerca de la Plaza de la Comedie pero en una zona tranquila.
Además, se portaron fenomenal porque me dejaron aparcar la moto en el parking sin coste adicional buscando un hueco. Y el detalle del agua, del té y del café en la habitación: perfecto.