Ya de camino a Austria. Puesto que es un país en el que ya he estado y revisando qué ciudades me he dejado en el tintero, me decidí por Insbruck. Lo cierto es que la ciudad me gustó muchísimo porque tiene ambiente. Es muy turística y la puedes recorrer andando como a mí me gusta.
Terminé alojándome en un Hotel que la verdad, no me gustó aunque en cuanto a situación, arquitectura, desayuno y facilidad de aparcar, era tremendamente impersonal. Típico Hotel demasiado elitista donde no hay humanidad en el trato. Todo demasiado «perfecto» que para el que busque algo así, es un hotel ideal. El Hotel se llamaba PENZ.
Volviendo a Insbruck, ciudad muy recomendable con un aeropuerto cerca así que pude encontrarme con algunos españoles que no suelo ver cuando voy en moto.
Como tema diferente, os recomiendo tanto la subida del teleférico como, en caso de no pode subir, armarte de valor y hacer una buena senda como debe ser.
Os dejo algunas fotos